La senda de la sangre (El canto de las espadas 1)

El Senda Roja corría con fuerza esa noche. Ritter Abendroth le había preguntado una vez a su maestro por qué el agua de aquel río era roja.

- Bueno- le había contestado el viejo caballero de barba blanca- Si le damos la razón a las leyendas se debe a la gran cantidad de sangre que ha sido derramada en sus aguas desde la época de las diez razas.

El viejo caballero lo había mirado a los ojos sonriendo, eran como dos pozas de aguas profundas, de un azul oscuro bastante raro. Ritter siempre había sentido que esos ojos podían ver en lo más profundo de su ser.

- Pero la verdad, un poco menos poética, es que las aguas obtienen su coloración roja debido a unas algas que crecen en el fondo del río- el caballero rió entre diente- Pero eso no es tan divertido, verdad.

Ritter jamás llegó a comprender la mitad de las cosas que su maestro hacía, pero una cosa era cierta, había muerto con honor.

La voz de uno de sus soldados interrumpió sus pensamientos.

- Mi señor, esperamos ordenes.

Llevaba el uniforme perfectamente arreglado a pesar de las muchas horas de marcha que había pasado, Ritter se sintió de alguna manera orgulloso por ello. Había que honrar el uniforme de soldado del Imperio.

- Acamparemos aquí esta noche. Quiero todo el perímetro asegurado, y ni una fogata o cosa por el estilo, utilizad la visión nocturna de los cascos. Sigan los turnos de guardia ya asignados al pie de la letra y todo debería ir bien.

- Muy bien, mi señor- el soldado realizó una rápida reverencia y salió corriendo a dar las instrucciones.

Ritter se quedó un poco más contemplando el fluir del río y luego se volvió hacia el campamento que ya estaba casi listo, sus hombres eran rápidos. Le dio gusto ver el dragón blanco del imperio ondeando sobre el campamento; a la luz de la luna parecía brillar con magnificencia. Pronto acabarían con los últimos restos de Resistencia en aquella zona. Y el imperio controlaría todo el Norte.

El por qué

Wow, maldito título más épico, demasiado épico para la aburrida entrada que voy a escribir, como sea.

Hoy me estaba preguntando ¿Por qué escribir tu vida, de verdad crees que a alguien le importa en lo más mínimo? Y, sorprendentemente, encontré la respuesta: "No escribes para que la lean, ni porque realmente te sientas importante para los demás, la escribes porque sientes que es importante para tí mismo hacer un recuento de lo que te ha llevado ser lo que eres."

 Y también me dije: No te forces a escribirla, solo déjala ir saliendo como ella quiera ir saliendo.

Así que la seguiré escribiendo... pero posiblemente muy espaciada.

También empezaré a escribir un relato que se me acaba de ocurrir, no soy muy bueno con ello, pero bah ¿Qué tengo que perder? Si alguien lo desea seguir (por alguna razón que la verdad no creo que yo llegara entender) No espere entradas largas, a menos que me agarre en un día de inspiración, pufff, esos días son muy escasos en mí caso xD.

Bueno, sin más que estos pequeños debrayes, los dejo de momento, pero no por mucho, espero.

Mi historia 2

Mis amigos... nadie sabe cuanto los aprecié, cuanto los apreció y cuanto me duele verlos partir, alejarse, perderse entre la bruma del dejar de conocernos. Pero es algo que pasa, soy una persona que de verdad aprecia bastante la amistad, por tonto y sentimental que suene eso en estos tiempos.

 Hubo muy buenas personas a pesar de todo lo que pasó en mi época de la primaria. Y debo decir que mis recuerdos más claros de esa época vienen de esos amigos. Si bien hay que admitir que mi tiempo en esa primaria fue corto... solo estuve ahí hasta tercer año. pues después mí familia se movía a San Luis Potosí.

Llore cuando me enteré de que nos mudábamos, ya ven, era un mimado y berrinchudo, tal y como ya he dicho antes. Pero ese niño llorón tenía algo que de verdad lo hacía sentir triste e inseguro: el hecho de que iba a dejar atrás todo lo que conocía. A sus buenos amigos de la primaria, su casa, sus familiares, todo... pero al final sabía que no podía evitar que eso fuera, así que termino por aceptarlo de la manera que mejor pudo.

El cambio no fue fácil... nunca o es. Al principio no hablaba con nadie, no jugaba con nadie, no convivía. Me la pasaba sentado durante el recre leyendo. Leer, abstraerse de este mundo y viajar a muchos otros, siempre me gustó leer, leer fue algo que me inculcaron mis padres profundamente y les estoy muy agradecido por ello. Y ahí fue cuando el mundo me volvió a mostrar que la gente es mejor de lo que parece, una mano amiga se me ofreció y me invitó a jugar con ellos; y al rechazarlo se sentó a platicar conmigo cuando la más fácil habría sido darme la espalda; y me preguntó algo que me hizo darme cuenta de lo mucho que me estaba aislando: "¿No te sientes solo?"

Y así fue como comencé a jugar basketball en los recreos y a convivir más con los demás en esa escuela... pero llevó tiempo y , obviamente, no todo fue dulce, porque seguía siendo un llorón, y esa es la verdad...

Pero pronto encontraría algo que me haría empezar a cambiar poco a poco... y sería una de mis más fuertes influencias en adelante...